La práctica del Bondage es una experiencia para salir de la rutina e incorporar la fantasía en los juegos de cama. Debemos saber que es una práctica donde asumimos roles, como el Dominante y el Sometido. Se debe dejar claro en ambas partes quién será el dominante y quién será el dominado.
El bondage es una práctica sexual que implica la privación de la capacidad de movimiento ya sea de una parte o de la totalidad del cuerpo.
Esto se logra utilizando una gran variedad de juguetes sexuales como cuerdas, esposas, mordazas, cadenas, cintas adhesivas, entre otras.
La idea es ser 100% creativo al momento de planificar una práctica Bondage.
Es una variante erótica que se puede utilizar estando desnuda o vestida y cada uno puede asumir un rol. Ya sea, como maestro y alumno, enfermera y paciente, policía y detenido, todo es cuestión de la creatividad que se tenga.
Se debe aclarar que esta práctica debe darse de una manera consentida y consensuada por ambas partes, ya que son atados de manos, pies o ambos, para el disfrute sexual.
Cabe destacar que en algunos casos, la variante es dominar para convertirse en un Dominatrix, es decir, en el que tiene más poder, mientras que el otro será el sumiso, el que recibirá las órdenes.
El BDSM en la pantalla grande
La influencia del cine y la literatura ha contribuido a que muchas parejas hagan volar su imaginación y experimenten este tipo de acto sexual.
Una de las mayores contribuciones proviene de la saga de 50 sombras de Grey, donde un hombre millonario llamado Christian Grey es cautivado por una sensual estudiante de literatura inglesa llamada Anastasia, una mujer inocente y enamoradiza.
Luego de una entrevista realizada a Christian Grey por Anastasia. Luego comienza una relación sentimental entre ellos, donde ese lado inocente de Anastasia se rompe al descubrir las inclinaciones sexuales y oscuras dominadas por el sadismo, la sumisión y la violencia controlada que poseía Grey.
Anastasia decide entrar en el mundo de Grey tomando la posición de sumisa, y vivir esta relación llena de mucha fantasía sexual, firmando un contrato donde debía someterse sexualmente a su amo.
Hay que tener en cuenta que para tener este tipo de relación, se deben poner reglas para mantener la seguridad de los participantes.
Por ejemplo, se recomienda que los principiantes vayan poco a poco, probando cosas con tranquilidad, disfrutando de la experiencia hasta ir subiendo de nivel.
La idea es comenzar con inmovilizaciones simples, sin amarres y posiciones tan complicadas. Se puede usar corbatas o pañuelos para hacer las ataduras y cuando subas de nivel puedes usar las esposas y cuerdas.
Recuerda que lo importante es lograr la rendición, déjate hacer y confía en el placer que esta situación te va a provocar.
Recuerda que esta es una práctica basada en la sumisión sexual, así que déjate llevar por el efecto liberador que se produce cuando tu pareja lleva las riendas y disfruta placenteramente cada segundo.