Mucho se ha hablado sobre la estimulación del punto G en la mujer, pero ¿existe el punto G del hombre? Según datos de la empresa HealthyAndActive, las ventas de estimuladores prostáticos aumentó un 56% en los últimos cinco años. Específicamente, hombres heterosexuales mayores de 45 años los adquieren para estimular su zona más erógena: ¡El punto P!
En el caso de los hombres, no se conoce como punto G sino como punto P o punto H. Para darte mayor información y puedas estimular el área, a continuación, te hablaremos mucho más al respecto.
Conociendo el punto “G” del hombre
Como fue mencionado, en el sexo masculino la zona más erógena es el punto P. Se trata de una glándula ubicada en la próstata capaz de producir la mayor cantidad de semen. Está a 5-7 centímetros del ano, cerca de los genitales. Parece una nuez y cuando pasas los dedos por encima se siente un bache.
Identificarlo no es difícil porque al tan solo rozarlo será imposible sentir excitación. Básicamente, está entre el pene y el ano, de allí no hay perdido ni dónde más buscar. Aunque algunos hombres lo consideran una estimulación relacionada con la homosexualidad, en realidad es todo lo contrario.
En la actualidad es mucho más común esta práctica en parejas heterosexuales. Muchos aseguran jamás haber sentido lo que sienten cuando sus parejas estimulan el área en cuestión. De hecho, cada quien puede estimularla en solitario con los dedos o con algún juguete sexual (hay mucha variedad).
¿Cómo estimular el punto P adecuadamente?
Lograr un orgasmo con la estimulación del punto P puede considerarse un verdadero arte. A continuación, te dejaremos algunos consejos para excitarte como nunca antes:
La higiene, ante todo
Masajear el área no solo requiere una buena técnica, sino también higiene. En ese caso, se recomienda tener las uñas cortas y muy limpias, así como usar lubricante para evitar molestias.
¡Comenzó la estimulación!
Como es obvio, la estimulación del punto P comienza de manera externa. Generalmente, se insertan los dedos en el ano unos centímetros hacia el ombligo, allí se encuentra el área mencionada. En este momento no hay que sentir miedo ni tabú, es un tiempo para disfrutar de la sexualidad y dejarse llevar.
Es importante mencionarlo, todo comienza de manera externa para después introducir un juguete o los dedos de manera progresiva hasta alcanzar la zona erógena.
Respira, relájate y siente la excitación
Lo principal es relajarse y comenzar a respirar porque, aunque parezca un consejo para evitar la tensión, en realidad es una manera de contraer el área y alcanzar mayor excitación. Con base en ello, practica algunos ejercicios de respiración para el momento.
Relájate como si solo se tratase de vivir ese momento. Conecta contigo mismo, con tu esencia y con la persona que te esté acompañado (si es el caso). De esa manera, lograrás excitarte de manera incomparable y los orgasmos no se harán esperar. Créenos, no tiene parecido a ninguna otra experiencia. Debes probarlo ahora mismo.