Cada vez son más los hombres que disfrutan explorando su cuerpo y encontrando nuevas formas de placer. A continuación, compartimos información muy útil y algunas recomendaciones, para elevar al máximo el placer sexual en los hombres.
En el cuerpo masculino existen diversos puntos que, al estimularlos, producen gran placer. Si bien el deseo y la respuesta sexual son algo muy personal y dependen de muchos factores, es posible identificar algunas zonas del cuerpo masculino que poseen una gran cantidad de terminaciones nerviosas y que al ser estimuladas pueden producir grandes dosis de placer.
El punto P es el equivalente al punto G en las mujeres. Se encuentra ubicado en la próstata. La forma más sencilla de estimular este punto es a través del ano, por lo que para algunos hombres significa romper un tabú.
Es posible estimularlo introduciendo el dedo unos 5 centímetros dentro del ano o con la ayuda de un masajeador anal o prostático y lubricante.
Su estimulación produce respuestas muy intensas.
Se encuentra en la zona del perineo, justo entre el escroto y el ano y es un punto ideal para estimular la próstata de forma indirecta.
Aunque la respuesta sexual no suele ser tan intensa como al estimular el punto P, resulta bastante placentera para la mayoría de los hombres.
Se encuentra ubicado en la zona inferior del glande y abarca principalmente el frenillo y el área que rodea el glande. Es un punto fácilmente estimulable con los dedos o a través de una felación.
Es uno de los puntos con mayor atención durante la masturbación masculina.
Está ubicado al final de la columna vertical, y según los principios del sexo tántrico, este punto, está conectado a la próstata y el pene. Al realizar un masaje sobre esta zona, es decir, un masaje tántrico, el placer sexual, en muchos casos, aumenta.
En los hombres, al igual que en las mujeres, el placer sexual no se limita a los genitales.
Existen otras zonas como la nuca, cuello, labios, lóbulo de las orejas y la entrepiernas, que también poseen muchísimas terminaciones nerviosas que producen gran placer.
La estimulación visual también es un factor clave. El uso de lencería sexy es uno de los estimulantes más comunes del deseo masculino.
Las mallas, encajes y transparencias de los bodys y de un buen vestido sexy, son un elemento que eleva la líbido, el deseo y por lo tanto, el placer en la respuesta sexual.
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